Cuánta planificación debieron hacer.
Un trabajo ímprobo, deduzco. Todas las mezclas,
todas las posibilidades
calculadas a la milésima de milímetro.
Resultan así misteriosos verdes, ultramarinos
azules,
intensos negros sin fondo, abanicos de grises y
marrones hasta el infinito.
Un trabajo ímprobo, deduzco.
Para poco, o casi nada.
El placer estético de la mirada.
El reflejo de la luz, un guiño. Poco más.
Tanto esfuerzo para que veamos y no vemos nada.
Todo lo miramos y nada vemos.
Se funden las imágenes en nuestra retina como
mantequilla.
El país de los artistas convertido en el país de los
corruptos,
porque nada vemos más allá de mantequilla derretida.
Nuestros políticos se preparan las asignaturas de “icias”
en universidades de pago ajeno.
Sobresalientes en codicia, avaricia y malicia.
Nos gobiernan a la luz y nos manipulan en la sombra.
No les quitamos estos maravillosos ojos de encima,
pero nada vemos, sólo mantequilla derretida.
Las texturas en B&N son muy buenas, pero lo que más me gusta es la sensación incómoda que produce esa boca abierta en la cuenca del ojo. Muy buena imagen para acompañar al poema.
ResponderEliminarUn abrazo
Carlos la foto es realmente sensacional. Me gusta el b&n me gusta el montaje y me gusta la idea.
ResponderEliminarDel texto que te voy a decir... que solo vemos mantequilla derretido.
Espero que algún día logremos penetrar más con la mirada.
Un abrazo