Carlos, cada noche me sorprendes cuando actualizas tu blog. Tu modo de ver, tu manera de retratar lo que de pronto descubres en cualquier escena cotidiana, es tan simple en su apariencia primera pero, comunica tan bien, expresa tan bien que de verdad que logras que uno espere tu foto para gozarla. Hoy te has superado. La nitidez en la toma, la composición medio en diagonal de la sombra mientras los dibujos de los adoquines cruzan en recta la foto de lado a lado es una autentica maravilla. Por otra parte, la suavidad en la escala de grises, de verdad que es tan sutil que me quedo con esta foto en la memoria como algo casi inolvidable. Hoy me has sorprendido más que nunca. Un abrazo
Muy agradecido por tus palabras, Luis. Lo que ocurre es que eres una persona con una sensibilidad exquisita y a las personas así la sencillez os llega como una flecha directa al centro de la emoción.
Nadie espera a nadie, una pena. La fotografía es tremenda. Creo que nunca me hubiese atrevido a ejecutarla de esta manera, amputando el banco y a su vez amputando su sombra. Y luego el formato cuadrado (cualquier día de estos me atrevo) con esa diagonal dibujada en el suelo cruzando el encuadre de abajo a arriba y de izquierda a derecha. Es dura de narices, Carlos. (¿has probado a simplificarla más suprimiendo la sombra de la parte superior?) Insisto, la fotografía es tremandamente buena. Un abrazo, amigo.
Carlos, cada noche me sorprendes cuando actualizas tu blog.
ResponderEliminarTu modo de ver, tu manera de retratar lo que de pronto descubres en cualquier escena cotidiana, es tan simple en su apariencia primera pero, comunica tan bien, expresa tan bien que de verdad que logras que uno espere tu foto para gozarla.
Hoy te has superado. La nitidez en la toma, la composición medio en diagonal de la sombra mientras los dibujos de los adoquines cruzan en recta la foto de lado a lado es una autentica maravilla. Por otra parte, la suavidad en la escala de grises, de verdad que es tan sutil que me quedo con esta foto en la memoria como algo casi inolvidable.
Hoy me has sorprendido más que nunca.
Un abrazo
Muy agradecido por tus palabras, Luis. Lo que ocurre es que eres una persona con una sensibilidad exquisita y a las personas así la sencillez os llega como una flecha directa al centro de la emoción.
ResponderEliminarMuy bien visto y muy bien retratado ese momento de soledad, que se ve aumentada por el procesado en B&N que le otorga más fuerza.
ResponderEliminarSaludos.-
Nadie espera a nadie, una pena.
ResponderEliminarLa fotografía es tremenda. Creo que nunca me hubiese atrevido a ejecutarla de esta manera, amputando el banco y a su vez amputando su sombra. Y luego el formato cuadrado (cualquier día de estos me atrevo) con esa diagonal dibujada en el suelo cruzando el encuadre de abajo a arriba y de izquierda a derecha.
Es dura de narices, Carlos. (¿has probado a simplificarla más suprimiendo la sombra de la parte superior?)
Insisto, la fotografía es tremandamente buena.
Un abrazo, amigo.