una frase para el café:
Sólo un hombre temo de entre todos los que soy, aquél que desconozco.
unos versos:
Vuelve a puerto, velero rubio de mujer,
naufraga tu madera en mi cuerpo.
Deja que mi roce tensione las jarcias
y soplen gozos y lamentos, altísimas lágrimas.
Devuélveme esa mitad de rostro
que buscaba sueños al abrigo de mi brazo.
Arropados los pechos en la piel de mis dedos,
cediendo suspiros,
como ceden las alondras al invierno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario